Sara consigue ser feliz sin la dependencia de un hombre. Disfruta, es ella misma, maneja su propio tiempo y apetencias.
“Acabé con David y acabé 3º de periodismo, todo en el mismo mes. Mi amiga Eli y yo, pasamos el mejor verano que recuerdo. De fiesta en fiesta, fines de semana en la playa, en el apartamento de mi madre. Nos pusimos negras. Triunfábamos por donde íbamos.”
En la conversación de Sara con su amiga, podemos ver dos posiciones distintas ante los hechos.
¿Qué te parece? Le pregunta Eli que se ha dado cuenta de que Javier, el amigo de David, no la deja de mirar: normalito, no?
Es mono, no? contesta Sara.
Es mono y tiene un polvazo, añade Eli
Pues nada para ti, ya sabes. Ríe Sara (descuenta su sentimiento, a ella le gusta. Complace)
No, no, siendo amigo de tu ex no lo quiero ni en pintura. Contesta Eli protegiendose ante ciertos datos que le hacen entender que puede haber peligro.
Qué va, si no tiene nada que ver, hombre. Javi es un encanto - Aquí descuenta los datos que le aporta su amiga y utiliza un lenguaje de pontificación, es decir, afirmar ser el poseedor de una verdad absoluta e indiscutible, o el conocimiento (adivinación) de los pensamientos, sentimientos o intenciones de otras personas.
Un encanto eh, pues para ti, que en plan rollete está muy bien - responde Eli
Eli le está dando un permiso de "utilizar" en “plan rollete” el interés de Javi hacia ella, descartando el componente afectivo o la dependencia emocional (su intuición le hace desconfiar de Javier)
Después de esta conversación Sara va a buscar a su admirador. Segura de su poder y encantada de la atención que él está depositando en ella. Va en su rescate.
Eli al ver la reacción de Sara, le advierte:
-Te vas a “colgar” de él.
-Que va¡¡¡
-Sara que te conozco
-No, que lo tengo todo controlado.
El rol ha cambiado, Sara esta convencida de su control, posición salvador. Yo estoy bien, tu estás mal.
El final de la escena nos muestra un cambio en los roles. Javier comienza a ejercer su poder, control, sobre las emociones de Sara.
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